"el Papa transmitía una cara de alegría, que te derretía el corazón"
Juan Mateo Urdiales
Profesor de Física. Departamento de Física Teórica, Atómica y Óptica.
Director del Centro Cultural Niara. Valladolid
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Juan Mateo Urdiales es profesor de Física óptica del departamento de física teórica, atómica y óptica de la Universidad de Valladolid, y autor de libros de física, “Intertwining Hamiltonians in quantum mechanics” y “ Computación cuántica”, pero el motivo de su presencia en esta charla es para exponernos sus experiencias como colaborador en la pasada Jornada Mundial de la Juventud Madrid 2011.
(Adjuntamos un video de promoción de la JMJ Madrid 2011,
extraido de la página http://www.madrid11.com/)
Comienza por explicarnos que antes que en Madrid, estuvo en Barcelona para ir recibiendo a distintos grupos que se acercaban a nuestro país. Nos comenta los periplos de un grupo de japoneses, y su aventura para poder convencer al jefe de su empresa para poder asistir a las jornadas, para proseguir su viaje realizando el camino de Santiago, incluso alguno de ellos siendo paganos. Prosigue su explicación con otro grupo de Americanos, de Uganda...
Aprovecha para destacar que el espíritu que se respiraba en todos estos encuentros de la JMJ, es un ambiente de fiesta, de alegría, pero sobre todo de Piedad. La JMJ es ver gente joven con ganas de convivir con Dios junto al Papa. Nos recuerda que en anteriores Jornadas a las cuales ha asistido, como la de Polonia con Juan Pablo II, notabas que estar con el Papa, es sentir a Jesucristo.
Apunta como en aquellos momentos transcurridos en el metro, eran auténticos momentos para compartir.
El Papa llego a la JMJ Madrid 2011 el miércoles, y el último encuentro, el domingo, fue la despedida en Ifema, en una nave, con acceso restringido. Comenta Juan, que tuvo el placer de poder estar en Ifema. Nos dice que el Papa transmitía una cara de alegría que te derretía el corazón. Se despidió el Papa pidiendo, pidiendo generosidad con Dios. El papa les preguntó; ¿Qué es lo que Dios quiere de vosotros?. Debéis pelear por esos ideales que anheláis -Les insinuó D. Benedicto XVI-. Reflexiona Juan sobre la rebeldía de la juventud que allí se demostraba, frente a la actitud de parte de la juventud actual, que desaprovecha su vida estando todo el día frente al televisor.
Comenta que el mayor número de inscritos era italianos, más de la mitad eran extranjeros. Nos dice que las zonas con acreditación tenían capacidad para 750.000 pudiendo llegar a 1.000.000 de personas. Juan colaboraba en los controles, indicándoles a los asistentes lo que debían hacer para poder ingresar en el área restringida. Se sorprendía de la actitud de la gente, porque hacían caso y además te daban las gracias. En torno a las 15:00 ya no se podía acceder al recinto, porque se había superado su capacidad, de Cibeles a Neptuno lleno. Y a partir de las 16.00, debido al calor, empezó a haber muchos desmayos, ¡no dábamos abasto!. (Un dato curioso, 1.500.000 de móviles conectados en el área restringida).
Unos de los asistentes, nos comenta que él también estuvo en la JMJ, y que hubo un momento crítico debido a la tormenta, fue algo dramático, hasta el punto, que algunas estructuras prefabricadas se cayeron y volaron unos 25 m, gracias a Dios no hubo demasiados heridos.
Indica Juan que hubo problemas de agua potable, así como problemas con el trayecto que se había previsto para el Papamóvil, porque no pudo circular por los pasillos habilitados a tal fin, debido a que los asistentes los ocupaban parcialmente. Recuerda que en la JMJ de Colonia, en Alemania, no había ni vallas, y todo el mundo respetaba los pasillos.
Nos anima Juan a que leamos al Papa porque es sencillo de leer, es directo..., y es capaz de animarte a ser Santo en apenas un folio y medio. Acabas pensando después de leerlo, ¡Yo puedo!. Al papa le encanta hablar de los seminaristas y sacerdotes, porque sabe que en aquellas parroquias que los sacerdotes hacen bien su trabajo, se refleja en la gente en la que atienden, y la parroquia siempre va bien.
Un asistente a la cena apunta que viendo la alegría en la gente que asiste a las JMJ, afirma que; ¡Aún hay Esperanza en el Mundo!.
Continúa Juan con el tema de los confesionarios, siempre estaban llenos.
Para finalizar, Juan nos comenta que surgieron problemas en el acceso a Cuatro Vientos, porque la policía cerró los accesos, y mucha gente se quedó sin poder acceder al recinto habilitado.